miércoles, 30 de diciembre de 2009

La lucha cultural en Puerto Rico

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Desde que los EE.UU.A. tomaron a Puerto Rico como botín de guerra, no han descansado en sus intentos de destruir la cultura puertorriqueña, sustituir el idioma español por el inglés y eliminar toda identificación de nuestro pueblo con una identidad nacional propia.

El que los puertorriqueños hayamos podido resistir ese embate tanto tiempo es el resultado de la importante lucha política y cultural librada por diversos sectores de nuestra sociedad para mantener nuestra identidad como pueblo, enriquecer nuestro patrimonio cultural e ir sentando las bases para nuestra liberación política y nuestra independencia nacional.

Desde las primeras proclamas de las tropas de ocupación norteamericana hasta el presente la nación interventora ha intentado por todos los medios absorber política y culturalmente a nuestro país hasta diluirlo como pueblo y convertirlo en un estado de la unión norteamericana.

Con esos fines, el gobierno norteamericano conquistó militarmente a P. R., impuso su ciudadanía a nuestro pueblo y puso la economía y el destino político de este país a la disposición del gran capital y del Congreso de EE.UU.A. A pesar de esos intentos de acabar con nuestra identidad cultural e histórica, la nacionalidad puertorriqueña no ha dejado de afirmarse desde la invasión hasta el presente, y ha podido ir conquistando terreno que ha tenido que disputar palmo a palmo al poder imperialista.

Desde su llegada a la Isla el 25 de julio de 1898, los norteamericanos comenzaron a tergiversar la historia y mistificar los motivos reales de su intervención en P. R., presentándolos como propósitos altruistas, libertarios y civilizadores. Pero los documentos oficiales de las fuerzas de ocupación no dejan duda sobre las verdaderas intenciones de los nuevos amos. En una carta circular fechada el 29 de julio de 1898 y enviada a sus oficiales, el Gral. Nelson A. Miles define el poder de la ocupación militar como: “ absoluto y supremo e inmediatamente operante”

En ese espíritu los EE.UU. A. proceden casi inmediatamente a cambiar las relaciones comerciales de P. R. con España y Europa, a tomar posesión del aparato administrativo, y a liquidar todo vestigio de la antigua dominación española. Con tal propósito, las autoridades militares suprimen por decreto el gobierno autonómico que los puertorriqueños habían arrancados poco antes al poder español, y proclaman que toda persona que se niegue a prestar juramento de fidelidad a EE.UU.A. será destituida de su cargo.

Igualmente se hace obligatorio el despliegue de la bandera norteamericana en todos los edificios y actos públicos, se impone la celebración de las fiestas y las conmemoraciones de la nación invasora, se cambia el nombre de las calles y se les pone el de figuras históricas de los EE.UU.A. y de los militares que administran la colonia, y hasta se prohíbe las peleas de gallos.

En la primera quincena de la ocupación llega a P. R. la primera avanzada de los representantes comerciales de los EE.UU.A., y desde los primeros años se produce una gran inversión de capital norteamericano que se concentra en la producción de azúcar y tabaco, pero también en el comercio y en la banca.

Paralelamente a la dominación política y económica, los EE.UU.A. despliegan esfuerzos considerables para norteamericanizar y controlar ideológicamente a los puertorriqueños.

El 18 de agosto de 1900 toma posesión el primer comisionado norteamericano de Instrucción en P. R., Martín Brumbaugh, para quien la escuela pública (de gobierno) debía ser la puerta abierta para la estadidad (anexión). A tono con ese propósito, su sucesor Samuel Lindsay dispone que todas las asignaturas de las escuelas públicas puertorriqueñas se enseñen en inglés. Esta imposición del idioma del invasor como vehículo de enseñanza, y la pretensión de convertirlo en la lengua franca que sustituya al español en la vida cotidiana, va a dar lugar a uno de los forcejeos más importantes de nuestra lucha cultural: la batalla librada por la Asociación de Maestros de P. R. para que se permita el uso del español en la enseñanza pública. Esta lucha se prolongó desde mayo de 1911, fecha en que se funda la Asociación, hasta los años 1949 y 1950, cuando se autoriza por primera vez la enseñanza de nuestro idioma vernáculo en todos los niveles de la escuela pública.

Pero la norte americanización impulsada por el Departamento de Instrucción Pública en P.R. no se limita a la imposición del idioma inglés. Tan importante como lo primero ha sido también, para este fin, el impulsar la celebración de las fiestas típicas de la nación invasora, la organización de ejercicios “patrióticos” para promover la lealtad y la emulación de los EE.UU.A., la obligación de rendir honores a los héroes y los símbolos del país opresor, el trasplante del contenido de los cursos de las escuelas de la metrópolis, la sustitución de los libros utilizados anteriormente en P. R. por texto norteamericanos, el requerimiento del idioma inglés para poder obtener un grado de maestro, la introducción de organizaciones estudiantiles norteamericanas que promueven la lealtad a la nación invasora, el énfasis en los beneficios de la ciudadanía norteamericana y la promoción de la mentalidad asimilista.

Además de estas medidas, el D. I. P. mantuvo una posición intransigente ante todo estudiante o profesor que cuestionara la política de norteamericanización, y expulsó sistemáticamente a cualquier persona que fuese sorprendido participando en actos de protesta contra la educación asimilista.

Los esfuerzos norteamericanos para asimilar política y culturalmente a P. R. incluyen también la reinterpretación de nuestra historia desde el punto de vista del colonizador.

El fin último de todos esos esfuerzos es ir moldeando la mentalidad del puertorriqueño hasta desnaturalizarla y hacerla presa fácil de los ideólogos del imperialismo norteamericano y de sus acólitos criollos. La agresión cultural y la manipulación ideológica de que es víctima P. R. es antes que todo el resultado directo de las proyecciones de la política imperialista norteamericana y de la explotación económica de nuestro país por los EE.UU.A.

Por eso no puede ser comprendida a cabalidad si no se analiza a la luz de las transformaciones estructurales ocurridas en P. R. como resultado de la invasión y la dominación norteamericana y de las reacciones de los diferentes grupos sociales ante esos cambios.

Estas reacciones han sido tan variadas como diferentes son los grupos que se enfrentan en el drama histórico puertorriqueño.

Ante esta amenaza, la clase de hacendados (café) y su partido, la Unión de Puerto Rico, opusieron toda la resistencia posible. Pero su batalla era muy desigual. A pesar de los triunfos unionistas en las elecciones de 1906, 1908, 1910 y 1912, las dificultades que enfrentaban la clase de hacendados era cada día mayores. Por un lado su propia cohesión como clase se veía seriamente afectada por el surgimiento de una nueva clase de terratenientes ligados al cultivo de la caña. Por otro lado, el rápido desarrollo de un proletario agrícola promovido por la tendencia cada vez mayor al monocultivo de la caña fue reduciendo considerablemente la influencia política e ideológica de los hacendados en las clases populares.

El Partido Unionista, se dividió desde 1920 entre autonomista e independentistas. Los primeros continuaron en la línea de la indefinición política y el reclamo tímido de cierto grado de autogobierno. Los segundos se mantuvieron por un tiempo en las filas del unionismo, pero crearon paralelas para defender sus aspiraciones políticas como la Asociación Nacionalista que se convirtió en abril de 1922, en el Partido Nacionalista.

Dirigido desde el 1930 el Partido Nacionalista Puertorriqueño por don Pedro Albizu Campos, los nacionalistas insistieron desde entonces en la necesidad de llegar a una suprema definición: “o yanquis o puertorriqueños”. El nacionalismo impugnó además en términos inequívocos la legalidad de la presencia norteamericana en P. R., se negó a reverenciar o rendir cualquier tipo de homenaje a la bandera, los símbolos nacionales, las figuras históricas y las fechas conmemoradas por la nación invasora. Esta actitud fue considerada como un desafío abierto por las autoridades coloniales de la Isla, quienes se dieron a la tarea de perseguir sistemáticamente a los nacionalistas y tratar de destruir su movimiento antes de que lograr una mayor extensión.

Esta persecución sistemática condujo al encarcelamiento del liderato nacionalista, a la obstrucción e interdicción de las actividades del partido y a la masacre de Río Piedras, en 1935, y de Ponce, en 1937. En la primera la policía asesinó a dos nacionalistas. En la segunda mataron a diecinueve personas e hirieron a más de doscientas. * (Nota)

Los nacionalistas respondieron con las armas. Ajusticiaron al Jefe de la Policía de P. R., el Coronel gringo, Elisha F. Riggs, el 23 de febrero de 1936.

Albizu, junto con la dirigencia del partido nacionalista, fueron acusados y enjuiciados en ese mismo año, en el Tribunal del Imperio en P. R., por el delito de “conspirar para derrocar por las armas al gobierno de EU en Puerto Rico”; encontrándoseles culpable en un manipulado segundo proceso. “La conciencia puertorriqueña” fue sentenciada a cumplir prisión por 10 años en los EE.UU.A..

El imperio aprovechó ese período para abrirle espacio político al puertorriqueño criado en las esferas de poder en Washington -vinculado por vía paterna al Partido Unionista y a la autonomía-, Luis Muñoz Marín, y a su Partido Popular Democrático (P P D); mientras simultáneamente estructuraba el futuro fraude a la voluntad nacional y al derecho internacional que se conocería como el Estado Libre Asociado (E L A) de P. R. a partir del 25 de julio de 1952.

Mientras tanto nuestros Embajadores Culturales, por derecho propio ( Rafael Hernández, Pedro Flores, Daniel Santos, Davilita, Julia de Burgos, Myrta Silva, Harry Fraticelly, Claudio Ferrer, J. M. Escobar y otros), dejaban saber con su arte, en el exterior, las atribulaciones coloniales de P. R.

En 1947 los nacionalistas se reorganizan con la llegada física de don Pedro Albizu Campos y otros dirigentes. Sabiendo estos del fraude que se avecina y de la represión que se fragua contra ellos, se insurreccionan el 30 de octubre de 1950, siendo reprimidos por el P P D ya en el poder. Insisten en oponerse al fraude y en delatarlos internacionalmente. Por esas razones atentan en 1951 contra la vida del Presidente Thruman, poder Ejecutivo del imperio, y contra el Congreso de en 1954, poder Legislativo y sede de la soberanía de EE.UU. A..

Ya en vigor el ELA de P. R., y encarcelado “la conciencia puertorriqueña” y sus seguidores, los nuevos administradores Populares abren espacio en lo cultural de acuerdo a sus limitados enfoques autonomistas. Surge el Instituto de Cultura Puertorriqueña; el Taller de Artes Gráficas; la Orquesta Filarmónica; los Estudios Hispánico en la Universidad de P. R; el Conservatorio de Música y otras entidades afines con la situación.

Pero el imperio no cede en su intención de destruir y/o absorber la cultura “jíbara”. Junto con sus nuevas inversiones de capital trae sus estilos de vida, su gastronomía, su arte y música. Que promueve mediante los medios de comunicación que controla. Especialmente inundan los programas radiales con su música y los interpretes de la misma.

A todo ese endamiaje multimillonario de enajenación, se enfrentó un Titán musical surgido de las entrañas más genuina de la nacionalidad puertorriqueña. De la plebe, del proletariado, con todas las carencias propias de esa clase, pero a la vez con todo un caudal que aportar: Rafael Cortijo. Y con él, su combo. Y como miembro del combo, el cantante que sería reconocido internacionalmente como el “Sonero Mayor”, Ismael (Maelo) Rivera. Ambos, juntos con los demás, y con los especialísimos arreglos musicales de Kito Vélez , estremecerían la sociedad puertorriqueña durante las décadas de los cincuentas y sesentas. Rescatando ritmos y bailes olvidados, revolucionando los conocidos, abriendo lugar a nuevos compositores e interpretes; dejando sentir en toda su plenitud la antillanidad puertorriqueña, tanto en su lar nativo como en el extranjero, incluyendo al propio EE.UU.

Cortijo y su Combo fue la respuesta espontánea de P. R. al proyecto imperial de desnacionalizar la música popular puertorriqueña. Fue la frontera imperial musical que se enfrentó a ellos derrotándolos. Fue la mata de donde salieron otros interpretes y agrupaciones musicales que continúan con esa función implícita y explícitamente, como: El Gran Combo de P. R.; Roberto Rohena y su “Apolo Saund”; Andy Montañez y su Orquesta; y Gilberto Santa Rosa, por mencionar algunos.

Cortijo y su Combo fue “la conciencia musical”, y en gran medida, la anárquica respuesta a la inseguridad de los autonomistas de de ser o no ser puertorriqueño”.

Los puertorriqueños de la banda de allá (EE.UU.), también se reafirmaron en esa época en su nacionalidad, representados por: Tito Puente y Tito Rodríguez, con sus respectivas orquestas; por Ramón (Mon) Rivera; Joe Cuba y su Sexteto; los dos Cheos Feliciano; y por los hermanos Charlie y Eddie Palmieri. Y posteriormente por “las Estrellas de Fania”.

Transcurren los años del E L A bajo la administración del P P D, y con ellos, el supuesto e indefinido pacto representado por las dos banderas, los dos himnos, la unión permanente y la política de menospreciar lo nacional por lo norteamericano. Llega el año de 1968, y la propia política de menosprecio, unida a la división del partido, le cobra políticamente su factura al PPD.

El Partido Nuevo Progresista (P N P), compuesto esencialmente por un sector de la generación desarrollada bajo el E L A - de ideología anexionista, conservadora y anticomunista -, junto con el “lumpen”, toma el poder luego de una campaña similar a la del P P D en los años cuarenta: “el status no está en “issue” (la situación política no está en controversia) y de la división del P P D.

La farsa comienza desde el preciso momento que le juran lealtad a la constitución del E L A que representa los intereses autonomistas. Acto seguido comienzan a atacar todos aquellos símbolos, instituciones, organismo y personas que apoyen o representen la nacionalidad.

La bandera nacional, la monoestrellada- por la que tantos nacionalistas e independentistas han dado su sangre y libertad desde el siglo XIX-, tan despreciadas por los anexionistas, comienzan a mancillarla al usarlas hipócritamente en sus vestimentas y en sus actos políticos. Igual sucede con el himno nacional, “La Borinqueña”

El personal de Claridad (el periódico de la independencia) es perseguido y atacado, sus facilidades e imprenta incendiadas varias veces. El Movimiento Pro Independencia, la Federación Universitaria Pro Independencia, la Juventud Independentista Universitaria, el Partido Independentista Puertorriqueño, La Liga Socialista, son atacados de mil formas.

La autonomía universitaria y la libertad de cátedra es violada en sus principios, contenido y fines en su “campus” de Río Piedras, por turbas fascistas en connivencia con una policía militarizada y enajenada. Toda la educación pública reordenada y dirigida al automenosprecio y a la sumisión yanqui, mientras se reprimían a los maestr@s verticales.

No tenían recato ni guardaban las apariencias en su incondicionalismo pro-norteamericano los herederos de veinticinco años del gobierno sumiso autonomista. Ya lo había dejado saber quien sería el máximo exponente de lo que Luis Llorens Torres había calificado como nuestras “llagas”, Carlos Romero Barceló, en una entrevista de la revista “The Minority of One” de septiembre de 1966, dijo sobre Puerto Rico:“aquí no había nada que valiera la pena ser conservado”.

En 1972, pierden las elecciones, el pueblo les cobró factura. No obstante a ello volvieron a retomar el poder colonial en 1976, luego que el P P D llevara a cabo los primeros ajustes económicos “neoliberales” en América (que le implicó casi una huelga general y la movilización de los tanques de guerra de la Guardia Nacional de P. R.); y al corregir, en apariencia, la anexión a ultranza, bajo la propaganda engañosa de la estadidad (anexión) jíbara. Lo que supone erróneamente que P. R de ingresar a la unión de EE.UU. preservaría sus perfiles de nación latinoamericana.

A partir de ese año alternarían en el poder colonial con el P P D. Situación promovida desde las esferas de poder de Washington, en busca de eliminar la independencia como alternativa.

Romero Barceló sería, en unión a la facción terrorista del P N P, el relevo del “viejito simpaticón”, Ing. Luis Ferré Aguayo (el que fungía de mecena de las artes mientras pavimentaba las carreteras de P. R. con el cemento de sus fábricas, y el que tuvo la “genialidad” de expresar que su nación era P. R. y su patria EE.UU.). Durante su gestión hizo gala del terrorismo y de la represión de Estado con el apoyo de las fuerzas represoras de la nación a la que rinde pleitesía.

Le tocó el turno al Comité Olímpico Puertorriqueño y su soberanía deportiva; también a los rescatadores de terreno (Villa sin Miedo); a los que defendían su pequeño patrimonio familiar (asesinato de Adolfina Villanueva); a los sindicatos de trabajadores de vanguardia (asesinato de Rafael Caballero de los Tronquistas, y de Carlos Rivera Pacheco de la Hermandad General de Trabajadores de P. R.); a los pescadores de las islas municipios de Culebra y de Vieques (asesinato de Ángel Cristóbal Rodríguez en UNAM cárcel federal); a los estudiantes universitario entrampados y asesinados vilmente en el Cerro Maravilla; y a los hijos de los dirigentes independentistas (asesinato de Chagui Mari Pesquera, hijo de Juan Mari Brás).

La izquierda independentista y socialista respondió con la consigna: “A mayor represión, mayor combatividad”, reafirmando con su sangre y libertad sus principios y posiciones; y consolidando las celebraciones de las efemérides patrias comenzadas por Albizu Campos.

Los principales artista e intelectuales de la nación organizaron el Comité Pro Defensa de la Cultura Puertorriqueña. Carlos Raquel Rivera, el Boquio Alberti, Fran Cervoni, Francisco Matos Paoli, Edwin Reyes, Manuel Maldonado Denis, José Luis González, Rafael Tufiño, Antonio Martorell, Lorenzo Homar, por mencionar algunos, dijeron presente.

Vió la luz el Festival de Bomba y Plena; y el de Claridad, precursores de muchos otros.

Surgió la trova revolucionaria puertorriqueña en la Isla y en la banda allá, retando el proyecto de desnacionalización; rompiendo el aislamiento artístico-político y vinculándose con el pueblo trabajador. Sobresaliendo Antonio Cabán Vale, Andrés Jiménez, Noel Hernández, Roy Brown, Phinés, Pepe y Flora (N.Y.), Grupo Tahoné, Haciendo Punto en otro Son, Jossie de la Torre, y Frank Ferrer y su 2,010.

Fueron apoyados, entre otros, por la “Bomba de P. R.”, Iris Chacón, por Danny Rivera, Pellín Rodríguez, Davilita, José Nogueras y “por el regalo de P. R. a la humanidad”, Lucecita Benítez.

Para no pocos de ellos, fueron sus escenarios iniciales: La Tierruca, El Laberinto, La Tahona, La Tea, La Z y los Años Locos, de Héctor Gelpí y Vicky Acosta. Lugares que también sintieron la represión de los enajenados.

De 1992 al 2000, le tocó el turno en el poder colonial a Pedro Roselló, digno sucesor de la otra “llaga”. Este y sus acólitos concentraron en el desmantelamiento de la estructura económica del ELA; del Departamento de Salud, del Departamento de Educación y de la Telefónica. Siendo la rapiña su compañera. Vanos resultaron sus intentos de acercar la anexión por amañadas consultas. El pueblo rotundamente le dijo: “NO”, y al auto-ostracismo se marchó con su derrota electoral humillante a cuesta; mientras la monoestrellada flota en la primera trinchera de América en el Caribe: “VIEQUES”

lunes, 16 de noviembre de 2009

Palabra de independentista, palabra de honor

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En una de esas conversaciones que el hades pone en nuestro camino, hice la expresión a un amigo de que el mayor activo que tiene un líder independentista es la credibilidad. Líder es aquel que forma opinión pública, que el pueblo escucha y que tiene autoridad moral. Hay quien tiene poder porque tiene un puesto formal que le da dicha autoridad, la gente le obedece porque les conviene, porque no hacerlo les puede provocar daños económicos o materiales. Ese poder formal es pasajero, puede o no durar, pero raras veces conlleva el respeto que da la autoridad moral.

El jíbaro nuestro en su gran sabiduría, desde tiempos ancestrales pensaba que si un líder independentista decía algo en tribuna o en un medio de comunicación, era porque la verdad lo apoyaba. ¿Por qué esa confianza en la palabra independentista? ¿Por qué si hay esa confianza, la misma no se traduce en votos? La explicación es dual, por un lado el coloniaje condiciona a la gente para ser pragmáticos y les enseña a votar con el interés material en mente, con la idea de que quien te da más o te ofrece más, es quien puede contribuir a tu futuro desarrollo. Los medios de producción en la colonia están controlados por el gran capital que responde a los intereses del “americano”, o a los intereses del intermediario del gran capital, sus aliados del patio, que han demostrado lealtad a los mandatos y necesidades de dicho aparato industrial militar, que sustenta la colonia. El independentismo de verdad, no puede ofrecer empleos, ni vivienda, ni contratos de servicios o prebendas. Esa es la realidad material de la colonia y lo que contribuye a su perpetuación.

Esta variable material establece lo segundo, que explica la confianza en la palabra del independentista. Por contradictorio que parezca, el pueblo cree en el líder independentista porque sabe, inconscientemente a veces y articuladamente en otras instancias, qué tan difícil es ser independentista, cuando eso implica persecución, cárcel, amenaza a la vida de la familia; además, puede significar negación de empleo, discrimen cuando el mérito justifica un ascenso y tantas otras injusticias por razones ideológicas. Pero aun así, el independentista persiste en su ideal y en la defensa de los intereses de su pueblo. Cómo no creer en alguien capaz de esa entrega, en alguien que da la vida y la libertad por su patria, en alguien que no cambia la felicidad de los felices por el dolor que se suaviza solamente con la conciencia del deber cumplido. El jíbaro de antes sabía que en alguien así se podía creer y se lo enseñó a sus descendientes que son las generaciones actuales.

Luego de tantos años de lucha, de incomprensión y de sufrimiento, es de humanos flaquear. Viene la tentación disfrazada de lisonja, de adulación, de planteamientos pragmáticos. La táctica es vieja. Corretjer narra que a Albizu lo visitaron en Atlanta, en el dolor del encierro, de la ausencia de la familia y de la patria. Le dijeron que si suavizaba su prédica en pro de la independencia y si accedía a decir que el estatus no estaba en issue, Estados Unidos le ayudaría a ganar las elecciones. Pedro Rodríguez Capó, dicen que se llamaba el de la oferta y su espíritu de tentar en el desierto pulula por estos lares modernos. Ahora se nos presenta con el ropaje de la nueva alianza, de la asamblea constitucional que no parte del reconocimiento de que el ELA como está es un régimen colonial, sujeto a los poderes plenarios del Congreso de Estados Unidos y a la cláusula territorial de la constitución de dicho país. Se nos presenta con el ropaje de la Libre Asociación, que cuando no es la del derecho internacional, (R 1541 XV), sigue siendo la autonomía que Muñoz, en sus años de lucidez, definía como la libertad con la cadena larga. Conozco a la mayoría de los líderes independentistas y sé que son patriotas, comprometidos con la libertad, que no cambiarían su compromiso con el ideal por ningún beneficio material. Pero el pueblo, a veces mal informado, observa, escucha y duda, sobre el curso de acción política o ideológica hacia donde se les dirige.

En momentos en que el amo colonial tal vez quisiera ver un pueblo y un liderato maduro, que le reclame la independencia plena, algunos líderes impacientes por la espera y por el rechazo transitorio del pueblo atemorizado, cambian su discurso independentista, para decir que estarían dispuestos a ser socios en lugar de abogar por ser plenos dueños de nuestra casa. Supongo que los líderes de la metrópoli se asombrarán de esa inconsistencia, que después de todo, demuestra que aún los independentistas estamos sujetos a los estragos psicológicos que causa el coloniaje, con su dosis profunda de inseguridad aprendida. Con Estadistas, con Autonomistas, con los que aún no definen su preferencia de estatus, hay que hacer acomodos y establecer bases de cooperación, en defensa de derechos civiles y humanos. Luchar juntos contra la pena de muerte, por la excarcelación de nuestros presos políticos, en defensa del ambiente, por el rescate de nuestras playas, por la defensa de nuestros recursos acuíferos, protegiendo la integridad física y mental de nuestros niños. Hay que actuar en protección de los trabajadores, contra el maltrato a la mujer, contra todo tipo de discrimen, porque son males sociales que nos afectan a todos y la patria es de todos, la queremos sana, física y espiritualmente, para cuando llegue la hora de la libertad.

Sin embargo, me temo que el pueblo que ve a algunos de nosotros hablando de alianzas político partidistas con los que todavía defienden la colonia, aun con argumentos que suenan a lenguaje independentista, como la lucha contra la asimilación, en defensa del idioma, de la nación puertorriqueña, de la desmilitarización y de tantas causas justas que nuestro pueblo consciente o intuitivamente, comprende o conoce en su espíritu y saben que son temas que nos definen como yanquis o puertorriqueños, ese pueblo sentirá temor y pensará: ¿éste no vendrá disfrazado de independentista? ¿No será que son de los que dicen que la independencia está a la vuelta de la esquina, para luego decir que mejor nos movamos por nuevos rumbos hacia viejos objetivos, y los viejos objetivos se transforman en discursos de justicia social y de cambio social, que se presentan contrapuestos al ideal de la independencia?

Otra vez la supuesta libertad, pero sin cadena larga, con los amarres sempiternos del coloniaje. Nuestro pueblo no ha tenido suficiente educación política para comprender, cómo las estructuras coloniales que dominan los medios de comunicación y los recursos materiales que construyen ideología , que disfrazan el temor, la pusilanimidad, la conformidad, la jaibería, con la democracia, con la obediencia a los dictados del poder colonial, hacen que un colonialista parezca un liberal, o un reformador social. Por eso nuestro pueblo espera la palabra orientadora de un líder independentista para seguir creyendo en él, porque sabe que su palabra es palabra de honor y no puede ser que en la alborada de la libertad, el pueblo conciba a un independentista como alguien más confundido que aquel colonizado, que ha esperado por siglos heredados de generación en generación, que venga alguien y le muestre claro el camino a la libertad, que era antes y es ahora, el camino de la independencia. Soberanía es igual a independencia, no a aislamiento, lo que conduce a la interdependencia de los pueblos, sin coloniaje, es el ejercicio pleno de la independencia para pactar entre iguales. Alianzas para reunir al independentismo de modo que se gane el liderato de su pueblo hacia la descolonización, son necesarias y posibles. Alianzas para reconceptualizar el coloniaje y perpetuarlo, no deben figurar, ni metafóricamente, ni sutilmente, en la boca de ningún independentista, a fuerza de que arriesguemos, o peor aun, perdamos nuestro valor más preciado, nuestra credibilidad, labrada con la libertad y la sangre de nuestros héroes, heroínas y nuestros mártires. Hoy como ayer, la palabra de un independentista debe seguir siendo palabra de honor para que nuestro pueblo nos respete en lo que llega la hora de que nos apoye en la lucha por la libertad.

jueves, 8 de octubre de 2009

La Ultima Salida...

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Desde que ella se fue todos mis días se sienten como un lunes. La casa se ha vuelto un museo y yo aquí redundando en el pasado. Todavía no se por que se fue y menos se por que no me dio ninguna explicación, solamente te fue. Aquí yo estoy rompiéndome la cabeza preguntándome si fui yo el culpable, si fue algo que dije o algo que hice o no hice. Decido salir y reanudar mi relación con el mundo. Ya van 3 meses desde que se fue y yo aquí encerrado en mi apartamento para no apartarme de su recuerdo. Me pongo un mahon azul y la chaqueta que ella me regalo para poder llevarme un recuerdo de compañía. Salgo de mi apartamento y decido camina, para poder gastar el tiempo.


Después de par de horas caminando por la calle veo a una rubia delgada entrar a un bar local y creyendo que era ella decido entrar. Como una abeja buscando polen me propongo encontrarla en la multitud, solo para encontrarme con la decepción que no era ella. Me doy un whisky para que me ayude a olvidar y salgo de le bar, ya con el pensamiento de que fue un error salir de mi apartamento. Decido volver a casa pero esta ves tomo el camino corto para poder avanzar. El camino es mas corto pero se me hace eterno y como si no se pudiera poner peor mi noche Dios decide burlarse de mi tragedia y hace que las nubes lloren incontrolablemente. Entro a un hotel de esos baratos para pasar la lluvia y no mojarme aunque el agua no me vendría mal para ver si enjuaga mis penas.


Mientras esperaba que cesara de llover una mujer se me para al lado. Pelo largo rojo, un traje ajustado y unos tacones altos. Por la mirada de su cara se sabe que tipo de mujer es, es una de esas. De esas mujeres que venden alegría de momentos y placer. Haciendo acrobacias y fingiendo orgasmos para ver si le pagan mas, es una de esas. Mirando hacia los lados buscando a su próximo cliente pregunta si alguien tiene algo para la nariz. Yo viendo que era la oportunidad perfecta para despejar mi mente de los recuerdos y olvidar aunque sea por una noche a ese recuerdo que tanto me atormenta decido disfrazar mi anzuelo de inocencia y le ofrezco mi pañuelo. Ella comienza a reírse y me dice que no sea idiota, que lo que ella busca es algo para no dormir, si le conseguía algo le podía pedir su ropa. Logre cautivar su atención pero donde encuentro nieve para el desvelo ahora. Al no tener nada de ese estilo encima decidí cambiar mi estrategia y le ofrecí volver conmigo a mi apartamento, usando como oferta cien dólares y la invitación de ver el sol por la mañana. Con una cara reflejando indiferencia acepto mi oferta, pido un taxi para poder llegar rápido a casa. De camino le pregunto si el sexo sin placer la enciende de alguna forma, ella sonríe un me contesta que solo si el cliente es mujer. Me sorprendió su respuesta pero disimulando le dije que esta claro, que no piense que me parece raro. Cada quien su gusto y su pasión.


Cuando llegamos a mi apartamento saco mi llave y abro la puerta de prisa. Entramos a mi cuarto y ella como si fuera rutina se sienta en la cama. Me siento al lado de ella y le pregunto si le puedo sujetar la mano, como todo negociante me dice que le pague primero. Busco en mi pantalón y no los tengo encima, pero seguro estoy que debajo del colchón de mi cama están. Los saco de prisa y se los doy como si fuera un adicto comprando su próxima inyección. Ella guarda el dinero y empieza a quitarse la ropa. La detengo y le digo que no es su ropa la que quiero ni un rato de placer. Solo busco un poco de ternura y cariño lo que estoy esperando de ella a ver si me cura lo que estoy pasando.

Después de varios minutos hablando y tomando alcohol ella se percata de algo y de despega de mi. Le pregunto si todo está bien y ella me contesta señalando el buró que si la de la foto es mi ex. Contestándole que si me dice que no hay trato y me devuelve el dinero. Con una cara de confusión le pregunto que por que, que si la conoce. Ella me dice que si, que fue por ella que me dejo. Se paro en la puerta y me miro con una cara de pena y le pregunte que como podía ser eso. Solo me dijo que no fuera iluso y se marcho cerrando la puerta en su camino.


Confusión, frustración, tristeza, ira, desespero. Todas esas cosas corren por mí ser. Sabia que era un error salir de mi apartamento, sabia que el tratar de olvidar era imposible. Ahora estoy aquí solo, abandonado. Ya no hay razones para volver a salir, claramente ya no tengo nada que buscar fuera de mi cuarto. Ya estoy cansado de tratar, cansado de tanta decepción y de tanta tristeza. De pronto me viene una sola solución a mi dilema. Con mi mente vestida de negro y mis ojos convertidos en un río desbordado escribo una carta titulada "A quien pueda interesar". Pongo la carta en el buró al lado de su foto y sentándome en la cama me tomo un exceso de pastillas. Me acuesto en la cama para tomar un largo descanso y dejar todo atrás.

Uno mas....

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Me llega un pensamiento no lo reconosco como pensamiento diria q es algo mas aya pero no lo se tampoco donde estoy no lo se todo lo que creo que veo no es lo que veo si no al mismo tiempo veo todo para que vivir , porque vivir, en realidad donde esta el proposito de la vida cuando miles nos llevan un mensaje eronio disfrasado por un mensaje de bien. En ocaciones veo y siento cosas donde no hay nada a que se debe seran sentimientos que veo pero es que lo sentimiento no se ven se siente entoces porque creo verlo es una confucion diaria pero no me afecta como cualquier confucion normal solo se que esta en mi o no esta en mi caminamos este mundo como uno mas o vemos la vida como uno mas aunque sabemos que no es haci entonces ante miles de persona si somos uno mas. Me levanto en la mañana como alguien me dirijo hacia el baño y me miro en el espejo un sujeto muy diferente al que no veo nunca pero no se porque si no lo veo cuando lo veo en ese espejo me recuerda o me es familiar no entiendo le hablo pero no me responde osea nunca he hablado con el pero siempre esta en ese espejo toda las mañana es algo que nunca entendere solo soy uno mas con esta situacion pero una mañana me solprendio tanto lo que vi en el sujeto note una tristreza en su rostro nunca me hablo nunca he sabido de su vida siempre lo vi como una mas pero esa mañana cambio por completo todo no lo se ni porque cambio pero esa cara en ese espejos triste jamas olvidare me fui y segui mi dia como uno mas llegue a mi casa en la noche me sente en la sala y de pronto me vino un pensamiento y empese a pesar que abra pasado con el sujeto del baño me levante me dirijo a la cocina pero con el pensamiento en la cabeza resivo una llamada muy estraña. Me dolio tanto esa llamada que me senti tan solo nesecitaba hablar con alguien pero no tenia a nadie solo como uno mas. No se porque pense en el sujeto del baño empiezo a caminar hacia el baño abro la puerta y veo al sujeto en el espejo pero esta vez el me mira fija mente a la cara nunca lo habia hecho tal cosa pero me miro a los ojos fija mente y noto como una lagrima sale de su ojo el sujeto nunca me hablo pero esa noche me dijo tantas palabra con esa lagrima que salio de su ojo.